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Neumonía Típica Neumocóccica de la Comunidad


Integración con Microbiología e Infectología

El Streptococo pneumoniae es el patógeno que más frecuentemente se asocia con neumonía extrahospitalaria (85% de los casos). Afecta a adultos y se asocia con frecuencia a EPOC, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, alcoholismo y cirrosis e insuficiencia renal.
En ancianos y en desnutridos es común que se presente como una bronconeumonía (consolidación pulmonar irregular en parches que afecta uno o varios lóbulos en la que el exudado neutrófilo se ubica alrededor de los bronquios y de los bronquíolos).
S. pneumoniae  coloniza la nasofarínge y puede aislarse en el 5 al 10% de los adultos sanos y el 20 al 40% de los niños sanos. Los neumococos se propagan por el aire  como consecuencia del contacto próximo prolongado.
En los adultos, las epidemias se asocian a situaciones de hacinamiento. Un 10% de las neumonías a neumococo requieren hospitalización, y de ellas el 5-10% requiere cuidado intensivo. La mortalidad de los pacientes ambulatorios oscila entre un 1 - 5%, un 25% de los hospitalizados fallece, en los pacientes internados en cuidado intensivo dicho porcentaje asciende  a un 21- 47%. A veces la neumonía es el evento final de un paciente con severo deterioro general. 
La neumonía se produce por la aparición de un exudado inflamatorio localizado en las porciones distales del bronquiolo terminal incluyendo sacos alveolares y alvéolos, adonde llega por propagación de los gérmenes provenientes de la orofarínge y de los senos paranasales. La respuesta inicial a la infección alveolar es un exudado edematoso con eritrocitos (hepatización roja), seguida horas más tarde por leucocitos polimorfonucleares (hepatización gris). Las bacterias son transportadas por los linfáticos a los ganglios linfáticos regionales y luego a la sangre provocando bacteremia y sepsis a Neumococo incrementando notoriamente la mortalidad del cuadro.
El neumococo ataca y mata a las células alveolares tipo II, mediante una  neumolisina que favorece la replicación intraalveolar, la invasión del intersticio y la diseminación hematógena.
Se consideran factores de mal pronóstico:


Hospitalización reciente
Fiebre > 38.5*.
pO2 < 50mm Hg
Bacteremia.
Inmunodepresión.
Mayor 65 anos.
Antecedente de diabetes, insuficiencia renal y cardíaca

MANIFESTACIONES CLINICAS


Los síntomas que sugieren neumonía incluyen fiebre, escalofríos,  tos con expectoración mucopurulenta o herrumbosa, dolor pleural tipo puntada de costado y disnea. Es frecuente el antecedente de infeccion viral previa de las vías respiratorias superiores. En un paciente con bronquitis crónica, puede aumentar el volumen de expectoración que se torna amarilla o verdosa y más espesa de lo habitual.



En los ancianos, el cuadro puede ser especialmente insidioso y presentarse con trastornos del sensorio, hipotermia y aún shock.

En el exámen físico:
1-    El paciente está taquicárdico y taquipneico.
2-    Es frecuente la coexistencia de lesiones herpéticas labiales durante el episodio neumónico.
3-    El dolor pleurítico puede provocar una disminución de la excursión respiratoria del lado afectado.
4-    Las vibraciones vocales están aumentadas en la zona del block neumónico
5-    La percusión en la zona del block neumónico será mate.
6-    La percusión de la columna es sonora
7-    Se auscultan crepitantes inspiratorios al comienzo y al final de la neumonía. En pleno período de estado desaparece el murmullo vesicular que es reemplazado por un soplo tubario.
8-    Hay pectoriloquia y pectoriloquia áfona sobre el bloc neumónico.
9-    Se deberán buscar signos de insuficiencia respiratoria. La encefalopatía puede estar en relación a la hipoxemia o al propio cuadro séptico.


Se recordará que las neumonías del lóbulo medio derecho sólo pueden detectarse semiológicamente por la parte anterior del tórax ya que el lóbulo medio no está en contacto con la pared posterior.


METODOLOGIA DE ESTUDIO

La radiografía de tórax muestra imágenes de consolidacion alveolar lobar o segmentaria con contornos borrosos o netos  con broncograma aéreo,. No es infrecuente la afectacion multilobular. Cuando el bloc neumónico  toma contacto con el corazón produce el signo de la silueta (borramiento de la silueta cardíaca si el infiltrado se localiza a su mismo nivel).
La radiografía es útil para detectar la presencia de derrame pleural paraneumónico. A veces, puede poner en evidencia signos de enfermedad pulmonar subyacente al cuadro neumónico como cáncer de pulmón o EPOC.
Con el tratamiento de la neumonía la mejoría radiológica suele retrasarse respecto de la mejoría clinica, por ello a menos que se sospechen complicaciones agregadas recién se repetirán las placas para chequear la evolución satisfactoria a las tres semanas.

En el laboratorio hay leucocitosis con desviación a la izquierda y neutrofilia pero en 5 al 10% de los casos podemos encontrar recuentos inferiores a 6 000 blancos por mm3.  Los niveles de lactato deshidrogenasa pueden  estar levemente elevados.

Se puede detectar en muestras de orina por ELISA el polisacárido de la pared del neumococo, siendo positivo en 80% de los pacientes con bacteremia a pneumococo y en 65% de los que tienen neumonía sin bacteremia.

Se efectuará tinción de gram en esputo y cultivo del esputo para identificar el gérmen. Entre un 10 y un 30% de los pacientes son no productivos, un 15 y un 30% han recibido antibióticos los días previos a su hospitalización lo que puede negativizar los cultivos. Habitualmente se informan resultados negativos en 50% de los cultivos de esputo. La muestra a estudiar debe ser adecuada, es decir debe tener más de 25 leucocitos polimorfonucleares y de 10 células epiteliales para considerarla significativa. (Si no llega a esas cifras se considera que proviene de la saliva del paciente)

Siempre que haya neumonía típica extrahospitalaria se deben tomar 3 muestras de hemocultivo.

Los hemocultivos son positivos en el 30% de los casos, lo que indica sepsis a Neumonococo y peor pronóstico. Se solicitará en estos casos ecocardiograma bidimensional para descartar endocarditis por neumococo.

En todo muestra bacteriológica positiva para Neumococo se medirá la concentración inhibitoria mínima para la penicilina. Cuando la CIM para el neumococo es de  0,1 a 1 ug/ml ello indica resistencia moderada a la penicilina, si la CIM es  mayor de 2, ello indica alta resistencia a la penicilina.

La detección del antígeno del Neumococo en la espectoración mucopurulenta tiene una sensitividad de 63-94% y una especificidad de 82-96%, esta técnica permite identificar la neumonía neumococica en pacientes tratados con antibióticos previo al ingreso hospitalario.

RESISTENCIA DEL NEUMOCOCO A LA PENICILINA

Se han detectado infecciones por neumococos resistentes a la penicilina,  y dicha resistencia puede condicionar que su tratamiento sea más dificultoso y su curso clínico más grave.
Los porcentajes de resistencia en el mundo varian entre un 40% a un 15%. En Argentina se consideran cifras de resistencia de un 15%, pero ella es más alta en Brasil y en España (30%), en EEUU se habla de un 25% de resistencia.
Entre los niños son comunes los neumococos resistentes a penicilina y al cefotaxime o con resistencia múltiple. Los serotipos 6A, 6B, 14, 9V, 23F, 19A. 
suelen ser resistentes. Se prefiere el uso de levofloxacina para el tratamiento de estas cepas resistentes a penicilinas y cefalosporinas. Puede usarse también vancomicina. 


CONSENSO INTERNACIONAL PARA EL TRATAMIENTO
GRUPO I: se trata de pacientes menores de 60 años, sin enfermedades asociadas, en buen estado general,  en condiciones económicas de afrontar un tratamiento ambulatorio, con buen nivel de alarma, es un grupo de baja mortalidad (1 al 5%). Se los puede tratar con  amoxicilina oral, 1g/8 horas; ceftriaxona 1 g cada 12 hs  IM, levofloxacina oral 400 mg por día. El uso de amoxicilina+ acido clavulánico tiene la dificultad de producir diarreas importantes que pueden complicar el manejo del paciente. El tratamiento debe durar 14 días.
En pacientes alérgicos a los beta lactámicos se deben usar macrólidos o levofloxacina.
GRUPO II: Pacientes que requieren internación por ser mayores de 60 años, tener enfermedades asociadas, o presentar una neumonía con repercusión clínica moderada. Mortalidad entre 5 y 25%.

Son indicaciones de internación:  

Enfermedad concomitante: EPOC, diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardíaca congestiva, daño hepático crónico alcoholismo, desnutrición, inmunosupresión: neoplasia, hospitalización en el último año, esplenectomía, alteración del sensorio, sospecha de aspiración, mayores de 65 años.
Alteraciones fisiológicas: taquipnea con frecuencia respiratoria mayor de 30 por minuto, hipotensión arterial (sistólica menor de 90 mmHg y diastólica menor de 60 mmHg), temperatura mayor de 38 ºC, presencia de metástasis sépticas a meninges o artritis, encefalopatía.
Alteraciones de laboratorio: Leucopenia < 4000/mm3 o Leucocitosis >30.000/mm3, Pa O2 < 60 mmhg o PaCO2 > 50 mmhg, alteración de la función renal creatinina >1.2 mg/dl o nitrógeno ureico >20 mg/dl), hematocrito < 30% o hemoglobina < 9 gr/dl.
Alteraciones radiológicas: Afección de más de un lóbulo, presencia de cavitación o derrame pleural.
Sospecha de sepsis: trombocitopenia, aumento del tiempo de Quick y KPTT, aumento de los PDF, acidosis metabólica.
Razones sociales: bajo nivel de alarma, dificultad económica para afrontar tratamiento, dificultad para el cuidado en el hogar.

Se los medica los primeros días por vía intravenosa. Se sugiere plan con:
Ceftriazona 1 g cada 12 hs intravenosa + claritromicina 500 mg cada 12 hs oral.
Amoxicilina clavulánico 1 g cada 8 hs + claritromicina 500 mg cada 12 hs oral
Levofloxacina 750 mg por dia oral.

 


EVOLUCIÓN Y DURACIÓN DEL TRATAMIENTO
La duración del tratamiento para el Streptococus pneumoniae es de 14 días. Se puede rotar a antibióticos orales luego de los primeros cinco días si la evolución es favorable y el paciente tiene tolerancia digestiva.
Se consideran signos de buena evolución: la fiebre cae entre el 2do al 4to día, los leucocitos se normalizan alrededor del 4º día, los signos clínicos se mantienen más allá de 7 días en el 40% de los pacientes, las imágenes radiológicas se aclaran más lentamente pudiendo hasta tardar un mes en normalizar la placa de tórax.
La pauta antibiótica inicial seleccionada no debería modificarse antes de las primeras 72 horas, a no ser que se produzca un deterioro clínico significativo.
Si la clínica no mejora o se produce un deterioro luego de iniciada la terapia empírica debemos considerar:

1- Empiema pleural, absceso pulmonar
2- Patógeno no cubierto por la pauta empírica
3- Presencia de neumococos resistentes
4- Patología no infecciosa: Enfermedad pulmonar que presente fiebre e infiltrados pulmonares pero no es neumonía: Tromboembolismo pulmonar, vasculitis, sindrome de condensación no neumónico
5- Sepsis, artritis o meningitis Neumocócica

La falla terapéutica puede ser precoz (sin respuesta a las 72 hs de terapia) o tardía (respuesta inicial pero luego de 72 hs deterioro).

La neumonía va acompañada casi siempre de una pleuritis fibrinosa o serofibrinosa con  un derrame paraneumónico pequeño que puede producir dolor tipo puntada de costado. Este derrame es un exudado
El diagnóstico de empiema se realiza mediante la punción del líquido pleural que será purulento verdoso o un exudado con pH menor de 7,15 y glucosa muy baja. La importancia de la detección del empiema es que estos pacientes requiren la colocación de un tubo de drenaje pleural a cargo del cirujano de tórax ya que los antibióticos son incapaces de lograr la erradicación de la infección por sí solos cuando ésta ha invadido la pleura. En todo paciente con empiema se solicitará una tomografía computada de tórax para detectar progresión purulenta hacia la pleura mediastinal

En un 4 a 20% de los casos de neumonía se observa una pericarditis fibrinosa concomitante. Por diseminación hematógena se presenta una meningitis en un 2%, endocarditis en 6%, y, menos frecuentemente, una artritis o una osteomielitis (en menos de 1% de los casos). En un 6% se produce un absceso pulmonar. Recordar que puede haber sepsis  a Neumococo con hemocultivos positivos lo que implica mayor gravedad.

En caso de dudas bacteriológicas puede ser necesario recurrir a:

Fibrobroncoscopía con cepillo protegido o lavado bronquioalveolar (útil en el 41% de los casos) permite la búsqueda de gérmenes poco frecuentes como hongos, micobacterias, P. jirovecchi. La fibrobroncoscopía permite descartar obstrucción de la vía aérea por tumor o cuerpo extraño. La muestra obtenida por fibroscopía con cepillo envainado tiene una sensibilidad del 91%, y una especificidad del 95%. El BAL tiene una sensibilidad del 86 al 100% y una especificidad del 100%.

Aspiración Pulmonar Percutánea: Método poco usado en Estados Unidos pero con mayor experiencia en Europa, consiste en punzar el tórax en la zona de mayor consolidación dentro del block neumónico. Suele ser bien tolerada y muy efectiva en los procesos neumónicos que se extienden hasta la pared pleural aunque con un 8% de posibilidades de provocar neumotórax.

Biopsia pulmonar por toracoscopía: permite tomar muestras y enviarlas al laboratorio de bacteriología y a anatomía patológica.

Para descartar otros procesos patológicos que pueden confundirse con neumonía puede ser útil la tomografía computada pulmonar y aún la angiografía pulmonar.

PROFILAXIS DE LA INFECCIÓN POR NEUMOCOCO (nueva vacuna)

La vacuna neumocócica contiene polisacáridos capsulares de los 23 serotipos de mayor prevalencia. En los adultos menores de 55 años las tasas de protección son como mínimo de 85%, incluso 5 años después de la vacunación. Se administra una vez en la vida.

Se recomienda la administración de la vacuna  neumocócica  a adultos con EPOC, enfermedades cardiovasculares avanzadas, diabetes mellitus, alcoholismo, cirrosis, insuficiencia renal crónica  así como toda persona de más de 65 años.

También deben vacunarse aquellos con disfunción esplénica, los pacientes esplenectomizados, mieloma múltiple, linfoma, enfermedad de Hodgkin, infección por HIV o sometidos a transplantes de órganos.


OTRAS BACTERIAS QUE PRODUCEN NEUMONÍA DE LA COMUNIDAD
La neumonía a Estafilococo aureus representa el 3% de las neumonías de la comunidad  Los factores de riesgo son diabetes, alcoholismo, fibrosis quística, bronquiectasias y gripe previa. Puede producir consolidación o infiltrado difuso o en parches y tiene alta tendencia a la cavitación.
La incidencia por Haemophilus influenzae varía entre un 2 y un 11%, y afecta a pacientes ancianos o con otra enfermedad de base como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Presenta un moco muy viscoso en clara de huevo.
Moraxella catarrhalis se detecta en pacientes con enfermedad respiratoria, y su incidencia como causa de neumonía no supera el 2% de los casos.
Es excepcional la presencia de una neumonía extrahospitalaria por gérmenes gramnegativos, hemos tenido ocasión de ver algún caso de Klebsiella pneumoniae sobre todo en enfermos crónicos, ancianos, alcohólicos y un único caso de Serratia. Si el paciente es portador de broqnuiectasias tiene mayor riesgo de neumonías por Pseudomona.

EL PROBLEMA DE LAS NEUMONÍAS
EXTRAHOSPITALARIAS POR ESTAFILO METICILINO RESISTENTES

Hay evidencias en el mundo de un número creciente de neumonías extrahospitalarias por Estafiloco aureus meticilino resistentes, que podría llegar a corresponder a 9% de las neumonía extrahospitalarias típicas.
El foco primario a partir del cuál se adquiere la neumonía es una infección de piel y partes blandas. Afecta por lo general a individuos jóvenes y sanos hasta entonces.
Es una neumonía muy grave, con fiebre elevada, hipotensión, hemoptisis con rápida progresión al shock séptico con infiltrados multilobares pulmonares y tendencia a la cavitación.
Sería una neumonía necrotizante hemorrágica que requiere pase a Terapia Intensiva en muchos casos y asistencia respiratoria mecánica. La mortalidad es del 36%.
El plan antibiótico suele ser de vancomicina 2 g por dia + rifampicina 300 mg cada 12 horas por vía intravenosa. Se reservan como segunda opción clindamicina, trimetoprima-sulfametozasol, ciprofloxacina, linezolide.

EL PACIENTE CON IMAGEN PULMONAR ALVEOLAR, NO NEUMONICA
(DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DEL SINDROME DE CONDENSACIÓN)

Estos pacientes presentan en la radiografía de tórax imágenes radiopacas generalizadas difusas o localizadas en áreas extensas. El diagnostico diferencial incluye a:
               
  Edema agudo pulmón cardiogénico
  Distress respiratorio
  Estados de hipervolemia (falla renal con sobrecarga hídrica)
  Edema pulmonar por altura
  Edema pulmonar por reexpansión
  Hemorragia alveolar
  Infarto pulmonar por tromboembolismo pulmonar
  Sarcoidosis
  Neumonía eosinófila
  Bronquiolitis organizadora de Neumonía
  Neumonitis descamativa intersticial
  Proteinosis alveolar
  Pneumonitis por hipersensibilidad
  Carcinoma broncoalveolar
  Infiltración alveolar por adenocarcinoma
  Microlitiasis pulmonar alveolar

  
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